martes, 23 de mayo de 2017

Situación ambiental crítica del Salí-Dulce

Si bien la producción de biocombustibles es su principal contaminante; mineras, basurales, líquidos cloacales y agroquímicos completan un cóctel que plantea dudas sobre su remediación. Un problema ambiental que involucra a cinco provincias argentinas.

Por Diego Astudillo

La situación ambiental de la Cuenca del Salí-Dulce es crítica. Así lo demuestran los estudios realizados en los últimos años, que coinciden en que el grado de contaminación es alarmante, fundamentalmente a causa de las industrias azucareras tucumanas. En este sentido, un informe efectuado tiempo atrás por las Universidades Nacionales de Santiago del Estero y Córdoba, comparaba ese daño ambiental con el que podrían provocar unas 50 millones de personas.
El principal contaminante es la vinaza, un desecho generado en la producción de etanol a través de la fermentación de la caña de azúcar. Cada litro de etanol producido genera 13 litros de vinaza como desecho; por lo que se espera que este año, con una producción de 200 millones de litros del biocombustible, se alcance la alarmante cifra de 2.600 millones de desperdicio industrial.
Cabe recordar que la crítica situación ambiental de la cuenca del Salí-Dulce ingresó fuertemente en la agenda mediática nacional luego de la máxima catástrofe ambiental en Santiago del Estero de los últimos años. Fue en noviembre de 2011, cuando cuatro toneladas de peces murieron en el embalse de Río Hondo, generando la respuesta del Gobierno y la Defensoría del Pueblo de esa provincia que impulsaron distintas presentaciones judiciales para que las industrias tucumanas tratasen sus residuos antes de verterlos a los ríos afluentes de la cuenca. Incluso se recurrió a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y se presentó documentación que compromete a cerca de 15 ingenios tucumanos.

Vinaza Cero

Estas acciones impulsadas por el Ejecutivo y la Defensoría Santiagueña condujeron a la conformación del Concejo de Defensores del Pueblo de la Cuenca Salí-Dulce y de un Comité de Cuenca con la participación de la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y las autoridades tucumanas. De allí salió el Acuerdo Vinaza Cero, consistente en un pedido a la Justicia por parte de los demandantes para que suspenda los plazos procesales a cambio de que ningún ingenio arroje vinaza o ceniza al río (otro contaminante generado en la producción de etanol).
La Gobernación de Santiago remarcó que el acuerdo no debe entenderse como el retiro de la demanda; e indicaron que prevé que la Corte pida informes regulares sobre el avance de la situación ambiental de la cuenca y sobre las obras de infraestructuras realizadas por los ingenios en función del tratamiento de sus desechos industriales.
El acuerdo logró una mejora sustancial en relación al cese de los derramamientos de vinaza a los ríos pero aún existen alrededor de mil millones de litros de desechos acumulados en piletones en los ingenios tucumanos. Esto representa un grave peligro ambiental a causa de los derrames que se producen, fundamentalmente, en las épocas de lluvia. Asimismo, existen industrias que trasladan sus residuos por canales que comprometen cursos hídricos y napas subterráneas.
En materia de medidas de fondo para revertir la solución, la construcción de un vinazoducto que vaya desde de Tucumán a Santiago del Estero parece ser la propuesta más consistente. El financiamiento debería estar a cargo de las industrias tucumanas, y la obra permitiría que los desechos sean trasladados de manera segura para reutilizarlos como fertilizantes en campos improductivos.
Luego del acuerdo Vinaza Cero, algunos ingenios han construido vinazoductos, pero los mismos recorren escasos kilómetros para luego verter los desechos en campos cercanos. Otras firmas utilizan el sistema de compostaje para tratar sus residuos, que consiste en un preparado de cachaza, ceniza y vinaza, el cual también se utiliza como fertilizante; aunque el sistema es insuficiente para tratar las cantidades industriales de desechos que se generan.

Contaminantes múltiples

Las industrias azucareras no son las únicas responsables de la contaminación de la Cuenca del Salí-Dulce; cuyo panorama atraviesa distintas problemáticas ambientales. En este sentido, los efluentes cloacales constituyen un elemento más que agrava la crítica situación de la Cuenca. Los principales problemas se encuentran en el área urbana de San Miguel de Tucumán; por lo que, entre las acciones mitigadoras del daño ambiental, se está construyendo la Planta de Tratamiento de San Felipe, con una inversión millonaria por parte de la Nación. A la falta de tratamiento de los residuos líquidos urbanos se le suma el problema provocado por los residuos sólidos, con la presencia de numerosos basurales no controlados en los márgenes de la cuenca, lo cual complica aún más su situación ambiental.
También la producción contaminante de la minera Bajo La Alumbrera afecta la Cuenca del Salí-Dulce; debido a un mineraloducto que se extiende de Catamarca a Tucumán. El mismo traslada mineral concentrado a esta última provincia, donde es secado; generando líquidos residuales que son volcados al canal DP2, que descarga en el Río Salí. Estudios realizados en el agua del canal DP2 han revelado la existencia de un alto contenido de cobre y sulfatos, como así también la presencia de cianuro.
El modelo agroextractivo aplicado en las provincias de Salta, Tucumán y Santiago del Estero igualmente incrementa la contaminación del curso hídrico; a causa de la deforestación que erosiona la cuenca, modifica sus cauces y la composición del agua, fundamentalmente en el nivel de nutrientes. A todo lo cual debe sumarse la contaminación provocada por el excesivo uso de venenos utilizados en la producción agrícola de las tres provincias.
Todos estos elementos completan un cóctel contaminante que arroja dudas acerca de la posible remediación ambiental de la Cuenca del Salí-Dulce. Su futuro es incierto y, seguramente, dependerá en gran medida de la presión que puedan las organizaciones sociales ambientalistas que luchan por su preservación; sumado a un abordaje integral del problema por parte del Estado Nacional y las Gobernaciones de las cuatro provincias involucradas.
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Tomado de http://umbrales.com.ar/situacion-ambiental-critica-del-sali-dulce/

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